“Libros y Piratería: En busca del justo
equilibrio”
De Chile han surgido escritoras y escritores reconocidos
internacionalmente. Sin embargo, si de libros y lectura se trata, los índices del
país dejan mucho que desear.
Ostentamos altos niveles de piratería de libros a nivel mundial – basta
caminar por las calles para verlas tapizadas de ediciones piratas y darse
cuenta-, somos el país con los más altos impuestos a los libros y cuya población
lee muy poco y comprende menos, pero con una demanda creciente hacia ediciones
ilegales.
Sólo durante 2004, Chile provocó la pérdida de 106 millones de dólares por
piratería, un 61% más que en 2003, de acuerdo a la Alianza Internacional por la
Propiedad Intelectual (IIPA), organismo que solicitó a la Oficina de
Representación Comercial Norteamérica que incluyera al país en una especie de
lista negra de estas materias.
No cabe duda de que la piratería es un delito que afecta al derecho de
autor de las y los escritores, a editoriales, librerías y representa un fraude
al Fisco porque no se pagan impuestos de ningún tipo, pero la diferencia de
precios entre las versiones originales de las obras y las que se encuentran en
la calle hacen tentadora la oferta. De hecho, un argumento recurrente en estos
casos es que, si bien es ilegal vender y comprar libros piratas, es legítimo
hacerlo en pro del acceso a la cultura y el conocimiento.
“Si faltan desayunos escolares, la obligación no es ir a robarlos, la
obligación del Estado es proveer esos desayunos. Con los libros es exactamente
lo mismo. Hay que distinguir entre el acceso a los libros, que se resulte por
otras vías, por las bibliotecas de aula, bibliotecas públicas y, por supuesto,
con esfuerzos que tengan relación con los precios públicos de los libros (…)
Hay que borrar completamente del lenguaje esta supuesta legitimidad de toda
actividad que no es regulada por la sociedad”, señala Juan Carlos Sáez, de la
Coalición Chilena por la Diversidad Cultural.
“Libros y Piratería: En busca del justo
equilibrio”
De Chile han surgido escritoras y escritores reconocidos
internacionalmente. Sin embargo, si de libros y lectura se trata, los índices
del país dejan mucho que desear.
Ostentamos altos niveles de piratería de libros a nivel mundial – basta
caminar por las calles para verlas tapizadas de ediciones piratas y darse
cuenta-, somos el país con los más altos impuestos a los libros y cuya
población lee muy poco y comprende menos, pero con una demanda creciente hacia
ediciones ilegales.
Sólo durante 2004,
Chile provocó la pérdida de 106 millones de dólares por piratería, un 61% más
que en 2003, de acuerdo a la Alianza Internacional por la Propiedad Intelectual
(IIPA), organismo que solicitó a la Oficina de Representación Comercial
Norteamérica que incluyera al país en una especie de lista negra de estas
materias. “Libros y Piratería:
En busca del justo equilibrio”
De Chile han surgido escritoras y escritores reconocidos
internacionalmente. Sin embargo, si de libros y lectura se trata, los índices
del país dejan mucho que desear.
Ostentamos altos niveles de piratería de libros a nivel mundial – basta
caminar por las calles para verlas tapizadas de ediciones piratas y darse
cuenta-, somos el país con los más altos impuestos a los libros y cuya
población lee muy poco y comprende menos, pero con una demanda creciente hacia
ediciones ilegales.
Sólo durante 2004, Chile provocó la pérdida de 106 millones de dólares por
piratería, un 61% más que en 2003, de acuerdo a la Alianza Internacional por la
Propiedad Intelectual (IIPA), organismo que solicitó a la Oficina de
Representación Comercial Norteamérica que incluyera al país en una especie de
lista negra de estas materias.
No cabe duda de que la piratería es un delito que afecta al derecho de
autor de las y los escritores, a editoriales, librerías y representa un fraude
al Fisco porque no se pagan impuestos de ningún tipo, pero la diferencia de
precios entre las versiones originales de las obras y las que se encuentran en
la calle hacen tentadora la oferta. De hecho, un argumento recurrente en estos
casos es que, si bien es ilegal vender y comprar libros piratas, es legítimo
hacerlo en pro del acceso a la cultura y el conocimiento.
“Si faltan desayunos escolares, la obligación no es ir a robarlos, la
obligación del Estado es proveer esos desayunos. Con los libros es exactamente
lo mismo. Hay que distinguir entre el acceso a los libros, que se resulte por
otras vías, por las bibliotecas de aula, bibliotecas públicas y, por supuesto,
con esfuerzos que tengan relación con los precios públicos de los libros (…)
Hay que borrar completamente del lenguaje esta supuesta legitimidad de toda
actividad que no es regulada por la sociedad”, señala Juan Carlos Sáez, de la
Coalición Chilena por la Diversidad Cultural.
No cabe duda de que la piratería es un delito que afecta al derecho de
autor de las y los escritores, a editoriales, librerías y representa un fraude
al Fisco porque no se pagan impuestos de ningún tipo, pero la diferencia de
precios entre las versiones originales de las obras y las que se encuentran en
la calle hacen tentadora la oferta. De hecho, un argumento recurrente en estos
casos es que, si bien es ilegal vender y comprar libros piratas, es legítimo
hacerlo en pro del acceso a la cultura y el conocimiento.
“Si faltan desayunos escolares, la obligación no es ir a robarlos, la
obligación del Estado es proveer esos desayunos. Con los libros es exactamente
lo mismo. Hay que distinguir entre el acceso a los libros, que se resulte por
otras vías, por las bibliotecas de aula, bibliotecas públicas y, por supuesto,
con esfuerzos que tengan relación con los precios públicos de los libros (…)
Hay que borrar completamente del lenguaje esta supuesta legitimidad de toda
actividad que no es regulada por la sociedad”, señala Juan Carlos Sáez, de la
Coalición Chilena por la Diversidad Cultural.
“Libros y Piratería: En busca del justo equilibrio”
De Chile han surgido escritoras y escritores reconocidos
internacionalmente. Sin embargo, si de libros y lectura se trata, los índices
del país dejan mucho que desear.
Ostentamos altos niveles de piratería de libros a nivel mundial
– basta caminar por las calles para verlas tapizadas de ediciones piratas y
darse cuenta-, somos el país con los más altos impuestos a los libros y cuya
población lee muy poco y comprende menos, pero con una demanda creciente hacia
ediciones ilegales.
Sólo durante 2004, Chile provocó la pérdida de 106 millones de
dólares por piratería, un 61% más que en 2003, de acuerdo a la Alianza
Internacional por la Propiedad Intelectual (IIPA), organismo que solicitó a la
Oficina de Representación Comercial Norteamérica que incluyera al país en una
especie de lista negra de estas materias.
No cabe duda de que la piratería es un delito que afecta al
derecho de autor de las y los escritores, a editoriales, librerías y representa
un fraude al Fisco porque no se pagan impuestos de ningún tipo, pero la
diferencia de precios entre las versiones originales de las obras y las que se
encuentran en la calle hacen tentadora la oferta. De hecho, un argumento
recurrente en estos casos es que, si bien es ilegal vender y comprar libros
piratas, es legítimo hacerlo en pro del acceso a la cultura y el conocimiento.
“Si faltan desayunos escolares, la obligación no es ir a
robarlos, la obligación del Estado es proveer esos desayunos. Con los libros es
exactamente lo mismo. Hay que distinguir entre el acceso a los libros, que se
resulte por otras vías, por las bibliotecas de aula, bibliotecas públicas y,
por supuesto, con esfuerzos que tengan relación con los precios públicos de los
libros (…) Hay que borrar completamente del lenguaje esta supuesta legitimidad
de toda actividad que no es regulada por la sociedad”, señala Juan Carlos Sáez,
de la Coalición Chilena por la Diversidad Cultural.
Entrevista a:
Pam Ferris (troncha toro)
Preguntas dirigidas a Pam Ferris:
1-¿Usted es tan fuerte en la vida real?
2-¿A usted le gusto su papel como trocha toro?
3-¿Por qué era tan mala con los niños en la película?
4-¿En qué año se realizó la película?
5-¿Cuántos años tenía cuando izo la película?
Preguntas dirigidas a trocha
toro:
1-
¿Usted en realidad mato a Magnus, el padre de
la señorita miel?
2-
¿Por qué le quito la casa a la señorita miel?
3-
¿Por qué no le gusta que las niñas anden con
trenzas?
4-
¿por qué contrato a la señorita miel?
5-
¿La señorita miel era una niña inquieta?
6-
¿porque
era tan mala?
7-
¿Por qué no le gustan los niños?
8-
¿Qué hiso para ser tan fuerte?
9-
¿Por qué dice que Matilde era una niña
malcriada?
10- ¿le
gusta a ser ejercicios?
integrantes : catalina Muena Noemith soto y javiera bernal
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